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martes, 17 de mayo de 2011

Jerga cambiante

Para referirnos a lo bueno, los venezolanos usamos emblemáticamente la palabra chévere. Sin embargo, hemos ampliado el abanico de palabras para expresar esa idea. Por ejemplo, desde los tardíos setentas se oye que a lo chévere también se le llama fino. Incluso actualmente de ha impuesto decir Más fino... como expresión de alegría por algo bueno. El término usual entre los muchachos de los 60s y 70s era cagante.

Y cabe decir que cuando la palabra cagante estaba de moda, a los muchachos se les llamaba pavos (hoy en día, pavo se refiere a ropa o accesorios que son modernos, y que se ven bien). De modo que hay términos que se han usado en diferentes épocas, y luego han desaparecido, o han cambiado su significado. Aquí se me ocurren algunos, aunque la lista no sea exhaustiva y quizá no muy precisa:

Pepiao: También sinónimo de bueno, algo satisfactorio.

: Malo, de dudosa calidad. Desagradable. ha tenido como sucesora la palabra chimbo, que aún se usa extensamente.

Chusma: En algún momento de los 70's se usaba para referirse al grupo de los amigotes, las personas que suelen reunirse con fecuencia para divertirse. No es lo mismo que una patota.

Patota: Una forma de llamar a una pandilla, grupo de jóvenes, a menudo adinerados, que se reunían a bordo de motocicletas de alta cilindrada, y que se destacaban por cometer toda clase de actos vandálicos.

Friqueao: Disgustado/triste por algo que salió mal. Tiene el mismo origen que el término friki, que hoy día no significa lo mismo.

Sollao: Loco, o más bien acabado de volver loco. Se oía bastante a principios de este siglo, pero el término parece haber perdido fuerza. De hecho el término fundío, que viene a significar lo mismo y es más antiguo, parece haber recuperado terreno.

Bróder, o brodercito: Bastante obvio: hermano o amigo entrañable, aunque se usaba también de modo irónico. Recientemente ha resurgido en su versión corta: bro.

Zanahoria: Se les decía a las personas sanas, sin vicios; especialmente si son inocentes (en el sentido de ingenuas), si llegar necesariamente a ser tontas. Una canción emblemática del concepto es la canción de Bazil Alexander, Mi Pavita Zanahoria.

Pepo: Sinónimo de drogadicto, persona que se droga con frecuencia. La palabra fumón, de parecido significado, ha sobrevivido.

Chirri, chirrero: Similar a la anterior, aunque específicamente chirri se refería a la droga conocida como crack o piedra, y chirrero a quien lo consumía.

Manuela: Una forma algo vulgar de referirse a la masturbación, aún se usa de vez en cuando, como en la canción Traigo una pena, de Franco De Vita.

Muna: Dinero, especialmente en efectivo, y más especialmente en metálico.

Pulío: Persona muy arreglada, sobre todo si no lo hace con frecuencia. Supongo que viene de la idea viene de los zapatos, que están pulidos cuando uno quiere que se vean bien.

Muela: Mucha labia, capacidad de convencer por el habla. Pero también es la propensión a decir mentiras: al mentiroso se le llama muelero. Fue reemplazado por charla y charlero, respectivamente.

Incluso hay palabras que tienen un significado particular dentro de grupos extremadamente pequeños de personas, tan pequeños como una familia (viene a mi mente la palabra paciencia, que en mi familia usamos para referirnos a un tipo particular de dulce de pastelería). Hay otras que no se agotan, como la ya mencionada chévere, o cartelúo. Me parece francamente un deperdicio que, habiendo tantas maneras de expresar las ideas (incluso dentro del ambiente de las palabrotas), haya tanta gente que recurra a balbuceos a la hora de hablar porque no desea salir de las mismas diez o veinte palabras que suele usar.