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sábado, 15 de junio de 2013

Tres ideas para la pelazón


Dicen que la necesidad es la madre de la inventiva. Y la situación de los docentes es sin duda de necesidad. De modo que habrá que aportar soluciones creativas para paliar nuestra pelazón. Más allá de hornear tortas o vender perfumes por partes, podemos recurrir a otras ideas en ese sentido. Aquí van tres.



Asimilarse es una muy buena solución. Figúrense: pertenecer al único grupo de trabajadores que no necesitan sindicatos ni huelgas para recibir aumentos. ¿Que cuál trabajo haríamos dentro de la FANB? Pues el mismo que hacemos fuera de ella: dar clases en el sistema de educación pública.



También se puede establecer la Docencia como Servicio Comunitario; como ya sabemos que las multas nadie las paga, en vez de multar a los choferes infractores, se les puede asignar horas de clase, con el correspondiente salario. Además, sirve para otras faltas como arrojar basura en la vía pública o echar el carro en restaurantes. Luego de un año de tener a la gente difrutando de nuestro sueldo, van a ver cómo todos andan derechitos.



Pero quizá lo mejor sea constituirnos en una cooperativa; algo así como el Grupo QWERTY, pero dedicados a la docencia. Nos conseguimos unas chemises llamativas con pantalón que haga contraste, y nos dedicamos a dar clases subcontratadas. Eso sí: porciones muy específicas de la materia. Por ejemplo en Física, un profesor puede dictar cinemática; a medio semestre cambiamos a otro profe que dicte dinámica, y cerramos con un tercero que dicte estática. Hasta podemos adoptar el estilacho seguro y displicente de los mototaxistas a la hora de que alguen solicite nuestros servicios.

2 comentarios:

sad-song-23 dijo...

Por favor lea el libro padre rico padre pobre, se lo recomiendo si tiene tantos problemas financieros, el problema que tienen los docentes en esta época nunca lo va a solucionar ganar mas dinero y menos el gobierno, aumente su educación financiera y deje de estar con personas que tienen los mismos problemas que usted.

William dijo...

Buenos días; gracias por su comentario.
Sí he leído el citado libro, me gustó sobre todo el principio, el diálogo de Lechter con su hijo.
Ahora, desgranar la pertinencia e intención de lo que menciona Kiyosaki, y su practicidad en diversos sistemas económicos, daría para varios volúmenes, y el espacio acá es un tanto limitado.
Debo disculparme sin embargo, porque pensé que la intención jocosa de la entrada era más o menos evidente, está visto que no se logró. Lo otro es que en ningún punto del texto se le pide nada al Gobierno, aunque hay ciertas cosas que son reponsabilidad suya.
De todos modos, tomaré en cuenta sus recomendaciones, excepto la última. Muchas de las personas que tienen los mismos problemas que yo son gente a la que quiero mucho.